lunes, 27 de agosto de 2012

BARRANCO IRUÉS Y GARONA D'OS MOLINOS

16 de julio de 1990, cuatro imberbes e inexpertos barranquistas llegan a Badain con intención de explorar el barranco Irués "que no se quién nos ha dicho que es muy majo". Lo bajamos. No recordaba más que había mucha agua y que era un lugar de gran belleza. De esos a los que había que volver. Tantas veces como pasaba con el coche a la altura de Badaín, recordaba (y le recordaba a Pol) que teníamos que buscar un día para ir allí...y de paso ver otros barrancos cercanos que han salido con posterioridad en las guías.
Ayer domingo por fín, después de más de 20 años, volvimos al Irués. Pese a los barrancos bajados en estos 20 años, tras los lugares visitados, tras esta sequía que amenaza con dejarnos sin agua en barrancos y fuentes, he de decir que no nos defraudó. Ni un pelo. Es un barranco precioso (estético que dicen ahora), de lo más majo que se puede hacer en el Pirineo central. Por ponerle un pero, el único, es que le falta un poco de longitud y algún rápel largo para ser perfecto.
Así pues, sin madrugar y aprovechando la nueva carretera, nos plantamos en Badaín a las 10 y poco de la mañana. Han bajado las temperaturas pero el día es ideal. Aparcamos en la plaza, al lado de la iglesia y nos sale un amable aldeano diciendo que no aparquemos allí, que igual viene el del butano ¿¿¿en domingo???. Como el hombre es muy amable, nos enseña la iglesia (por cierto, gótica, no románica que pone en los carteles de la carretera) y nos empieza a dar conversación, le hacemos caso y sacamos el coche del núcleo urbano para aparcarlo a la sombra de un nogal a las afueras del pueblo.
El camino de acceso está indicado como PR en dirección a las Fuentes de Fornos. Gana altura suavemente entre enormes caxicos, muchos pinos y vegetación submediterránea. Nos llama la atención la abundancia de Sorbus torminalis, árbol bastante raro de ver en el Piri. Después de una hora más o menos de andar por camino muy cómodo, llegamos a la confluencia del Irués con el Garona. La profusión de ríos con este nombre, se explica por un topónimo preindoeuropeo que incluye el sufijo onna con idea de río o fuente. También se podría explicar mediante el protovasco gar "agua" ona "buena". De cualquier forma, estamos ante un topónimo que, como poco, debe tener más de 4000 años. Se cruzan ambos ríos por un puente de hierro y se coje la senda que, por la orilla izquierda orográfica del Irués, nos llevará, por encima de las surgencias activas de Fornos, hasta la surgencia, hoy seca, del Chorro, donde entramos en el río. Unos metros entre piedras y enseguida se estrecha en una badina que nos obliga a calzarnos el neopreno.
A partir de allí, el barranco se estrecha cada vez más. Hay largas badinas de agua muy fría y extraordinariamente transparente. Pocos rápeles y cortos. Es el agua, sin duda, la principal protagonista. A pocos metros de aquí, más arriba, debe haber temperaturas cercanas a los 40º y aquí casi se hace frío.. Hay también algún salto a pozas que te hacen dudar de la profundidad porque, con lo clara que está el agua, se ve el fondo perfectamente.
Se acaba una primera garganta y se desemboca en un tramo de río mucho más abierto cubierto de bolos calizos. Hay que buscar el mejor camino para sortearlos. Entre los trepes y destrepes y que nos da el sol de lleno, sudamos como pollos durante ese tramo (bueno, sudar, sudar, sudo yo que Pol debe tener el termostato jodido y no suda nunca...eso sí, yo estoy depurao que te cagas y él se guarda todas las impurezas dentro).
Acabado ese caos, cada vez se oye más cerca el agua que se despeña. Estamos llegando a las Fuentes de Fornos. Los listos nos dirían que el buzamiento de los estratos del macizo de Cotiella favorece que una parte importante del agua que circula por su inmenso sistema kárstico aflore en estos manantiales. Los que no somos listos, nos conformamos con admirar uno de los rincones más bonitos que te pueden brindar estas montañas. Tres grandes cascadas ¿pero de dónde coño sale tanta agua? ¡¡¡si lleva casi tres meses sin llover!!! se despeñan a nuestra izquierda entre bloques cubiertos de musgo, árboles y helechos incrementando notablemente el caudal del río que se vuelve a cerrar en otra garganta.. Aún así, el trozo de río que nos queda no da ningún problema salvo la temperatura del agua que está realmente fría.
Poco menos de dos horas nos cuesta llegar otra vez al puente donde termina el descenso. Como todavía es muy pronto, vamos a comer aquí, que se está de muerte, y vamos a bajar este otro que desemboca aquí mismo, el río Garona d'os molinos.
Sin referencias ni tracks ni leches, a base de intuición, como se andaba por el monte antes de los GPS, cogemos un camino que va paralelo al río por su orilla derecha. Enseguida lo cruza por un puente de hormigón e inicia una subida por medio de bosque que desemboca en la pista que viene de Laspuña. Ahora, seguimos esa pista dirección sur hasta que, después de 20 min. andando por ella, encontramos una tiradera que baja hasta la orilla en una zona de grandes bloques calizos. 1 hora justa nos ha costado y una buena sudada. Nos ponemos el neopreno y otra vez río abajo.
En ningún momento se estrecha. Hay muchos destrepes entre bloques, todos sin equipar y alguno bastante guarro. Agua baja la suficiente para que las pozas estén llenas pero como descenso no vale nada. Si que el ambiente de naturaleza está bien. Hay una enorme variedad florística y formaciones curiosas en los bloques calizos pero, como descenso deportivo, esto es como bajar la acequia del molino de Biescas. Sorprendentemente llegamos enseguida a los puentes donde se terminan los dos descensos. Nos ha costado más subir a la cabecera que bajar por el barranco.
Nos cambiamos y cogemos el camino de vuelta a Badaín. Calor sofocante, casi angustioso en esa ladera caliza orientada al sur que reverbera la radiación solar. Ahora entiendo lo que sintió el canario de un amigo cuando de críos lo metimos en un microondas.
Después de cambiarnos a la sombra de la noguera, parada en Escalona donde, después de tanta agua, cae una grande, fría y exquisita cerveza. Carretera hasta Sabiñánigo ¡Gracias, gobierno del PP que, aunque me habéis robado el 30 % del poder adquisitivo y la paga de navidad, con vosotros la roja ganó la eurocopa y, sobre todo, nos habéis terminado esta carretera que nos permite días tan majos como éste!
Hala pues...

viernes, 24 de agosto de 2012

ESTARAGNE (3006 m.) Y CAMPBIEIL (3173 m. ) y mi primer tresmil "fantasma"

Puff... que estrés de verano. Aún no estaba el neopreno seco del domingo que el lunes por la mañana ya estamos preparando la mochila para volver a marchar al monte. ¡Que razón tiene el excelentísimo señor don Mariano Rajoy y Brey de que la culpa de lo que está pasando en este país es de los empleados públicos, que tenemos demasiadas fiestas, demasiados privilegios y cobramos un dineral!. Menos mal que, por fín nos están bajando el sueldo, nos roban la paga de navidad y nos quitan los moscosos que, como todo el mundo sabe en este país, surgieron en los años ochenta, para compensar una subida del IPC del 12 por ciento que el Estado no podía asumir como subida salarial y que, por tanto ni se cobró ni se consolidó. Se decidió entonces compensar a los funcionarios con seis dias de asuntos propios. En lugar de cobrar más, los empleados públicos aceptaron trabajar 6 dias menos y no cobrar la subida del sueldo que les correspondía. Así pues, esto que se llama, aquí y en Burundi, robo, estafa y/o engaño nuestros gobernantes lo llaman ajustes coyunturales y sacrificios necesarios.
Bueno, pues aún así, nos permitimos ir al monte. Si esperan jodernos van daos, por lo menos por la parte que nos toca. Además ya tocaba, había que subir a los dos crios-sarrio de Pol a otro tresmil. Después de mirar cual podría ser el más propicio, nos decantamos por la zona del Neouvielle ya que hay tal profusión de tresmiles que seguro que a alguno se llega pronto y con no demasiado desnivel. La verdad es que esa zona es preciosa. Y ahora, con la nueva carretera, nos plantamos en apenas dos horas allí. Hay que llegara a Ainsa, pasar Bielsa, cruzar el túnel y llegar a Fabián donde está el desvío a la reserva natural del Neouvielle. Por una carretera entretenida, llena de curvas, autocaravanas y franceses conduciendo por medio, llegaremos a un punto en el que se bifurca. La de la derecha nos lleva a la reserva natural y es de pago. Hasta aquí vinimos el año pasado para subir al pico que da nombre al espacio. Hoy, sin embargo, nos desviamos a la izquierda para llegar al lago/presa de Cap de Long donde termina la carretera. Sitio curioso este. Hay una presa que embalsa un ibón del tamaño del Mar de Aral. A sus orillas hay un ambiente mezcla entre montañero, campista y dominguero. A esto contribuyen, sin duda, tapias de granito equipadas para escalada deportiva, una gran explanada llena de autocaravanas (pa mí que en Francia, cuando te jubilas, además del finiquito te deben regalar un chisme de esto porque solo las llevan abuelos) y varios chiringuitos donde se puede comer y beber a precios de refugio (es decir, caro)
Nosotros, Pol, Chaime, Bizén, Javi y yo, como hemos llegado pronto, cogemos un buen sitio para dormir al raso ya que hace una tarde y se prevee una noche de lujo. Nos damos un rulo por ahí, vemos donde se puede coger agua y nos apretamos una cerveza que, a estas alturas, con esta compañía y este paraje nos sabe a gloria.
Nos fustiamos una mesa y cinco sillas con piedras de granito, encendemos varios cabos de vela que hemos encontrado y nos cascamos una cena campestre-romántica (sin mujeres, eso sí) que no se puede pedir más. Rato de cháchara mientras intentamos localizar estrellas, satélites y planetas y a dormir, que mañana el despertador sonará a las seis y media.
Movemos enseguida. Pretendemos hacer una circular y no sabemos como responderán estos críos. Cogemos el coche y bajamos dos km. hasta la entrada del valle de Estaragne. A la vuelta, si la completamos, saldremos otra vez por Cap de Long. Ya bajaremos andando o a dedo a buscar el auto. Perfectamente indicado, cogemos un camino que al principio llanea a orillas de un riachuelo meandriforme hasta empezar a subir con ganas. Siempre por senda perfectamente marcada, se van superando resaltes hasta llegar a un punto en el que se divide. La de la derecha nos llevaría a un collado y a otro valle, la de la izquierda, que es la que seguimos, sigue subiendo, más suave, eso sí, hasta colocarse debajo justo del pico. Aquí empieza a subir otra vez con ganas, por terreno deshecho de granito y material metamórfico hasta una cresta en la que se nos abren los horizontes en todas direcciones. EL Perdido, Comachibosa y toda la muralla de Gabarnie al oeste, los cercanos Pic Long, Maubic, Neouvielle y Ramoung y el más lejano Midi de Bigorre al norte, la afilada cresta de les Cintes blanques al este y los abismos que dan a la estación de Piau-Engaly, la Munia y Robiñera al sur. Hasta aquí Chaime y Bizén han subido bien pero la continuación no parece muy factible...el siguiente pico al que pretendemos ir, el Campbieil, está a tomarpolculo. Hay que perder muchos metros hasta un collado y volver a subir. Ademas no sabemos como será la vuelta. Ahora, una vez terminada la circular, me alegro de no haber metido a los críos en ese berengenal. Sin duda alguna hubieran acabado reventados. Así pues, Javi se ofrece a bajar con sus sobrinos por el mismo camino yde subida y Pol y yo nos lanzamos ladera abajo en busca del collado. Hay dos sendas para acceder al pico. Una va por abajo, a media ladera, y otra por la misma cresta. Por supuesto, vamos por la cresta, por no perder demasiada altura y por hacer la travesía un poco más entretenida. Hay que echar las manos en un par de ocasiones y hay que atravesar unas placas blancas e inclinadas de caliza metamorfizada que dan un poco de yuyu antes de llegar al mojón cimero. Una hora justa desde el Estaragne. Arriba nos juntamos con una pareja de franceses. Charramos un rato con ellos, nos hacemos algunas fotos y les ofrecemos un trago de vino que, sorprendentemente, rechazan. Desde aquí se aprecia, perfectamente, otro pico más con un gran hito cimero. Resulta que es un tresmil de los llamados "fantasmas". Y no es porque sea un monte presumido, bacilón y capullo si no porque no está incluido dentro del catálogo oficial de tresmiles. Para ser un tresmil individualizado hay que tener una diferencia de cota de 10 m. con respecto al collado y este, aunque aparentemente lo cumple, no figura en la lista publicada por Buysé hace ya varias décadas. Como hay gente pa tó, hay un grupo de montañeros llamados los Cazafantasmas que se dedican a buscar tresmiles fuera de la lista oficial de la UIAA y este es uno de ellos. Por si es o no es, lo subimos. El pico Lentilla lo llaman y nos hace 3157 m. Después volvemos sobre nuestros pasos hasta un collado y nos lanzamos por una pedrera con trazas de senda que baja a muerte valle abajo ante la atenta mirada de numerosos picos que le dan un aspecto francamente alpino y agreste. Geológicamente el paraje es también muy interesante. Predominan los materiales metamórficos, algunos cristalizados y otros estratificados. También hay calizas muy plegadas, con seguridad más antiguas que los esquistos y los granitos lo que le da al conjunto unos tonos cambiantes y sorprendentes.
Después de bajar durante ¡dos horas! llegamos a la cola del embalse de Cap de Long. Como nos temíamos (menos mal que no hemos traído a los críos) el camino vuelve a subir para bajar en picao después hasta llegar, tras tres largas horas de bajada desde el Lentilla, otra vez al parking del embalse. Afortunadamente, Javi y los críos ya han llegado y nos han subido a buscar con el coche, lo que nos ahorra dos km de andar por asfalto que, a estas alturas del día, se agradece. No solo eso, si no que, encima, nos ha preparado una ensalada que nos sabe a gloria.
Comemos y, como estos de la familia Campo están un poco piraos, culminan el día bañándose en las gélidas aguas del embalse mientras yo, mucho más comedido, me echo una siesta cojonuda dentro del coche. Vuelta a casa con parada en Parzán donde nos echamos una bien ganada y más barata galimba y a dormir que mañana, aunque parezca mentira, hay que trabajar...pero poco ehhh!!! que somos empleados públicos...bueno, mejor, vuelva usted mañana. Hala, y para que vea lo profesional, enrrolladote y coleguita que soy le dejo aquí el track
Hala pues...

miércoles, 22 de agosto de 2012

12 HORAS A REMOJO EN LA BAL DE TENA

De las cuales, la mayoría fueron dentro de algún barranco, otras fueron por lluvia (sí por lluvia...manda huevos) y otras fueron remojando el gaznate en algún bar...pero vayamos por partes, queridos y queridas amiguitos y amiguitas. Resulta que Kankel, pese a su dilatado curriculum montagnard, solo había bajado un barranco en su vida, concretamente el Sía un día de verano hace muchísimos años y sin neopreno ni leches. Para nuestro buen amiguito, barranquismo era sinónimo de frío y de actividad poco placentera y estimulante. Así pues, el domingo de resaca postfestiva, con cerca de 40º, y con muchos días sin barranquiar como Dios manda, hemos pensado que era el día perfecto para que nuestro amiguito descubra, nuevamente, los placeres del barrankling. Eso sí, tiene que alquilarse neopreto y, por tanto, hay que amortizar la inversión. Vamos a preparar una jornada completa y acuática... y para eso no hay que ir muy lejos.
Quedamos a las nueve en Biescas y a las nueve y media estamos en el parking del Gorgol. Vamos a empezar con algo suave y representativo. Como todavía es pronto solo encontramos a un tipo con dos churris en la cabecera (sí, Pol, sí, que mal repartido está el mundo...) a los que adelantamos enseguida. Dentro de poco esto será un hervidero de gente. Como siempre, el barranquillo se acaba enseguida. Y eso que hemos repetido saltos y hemos estado rebuscando con las gafas de bucear en las pozas. Otros años esto era como el Decathlon, pero gratis. El otro día, sin embargo, no había ni un triste mosquetón oxidao...pa mí que alguno más se sabe ya el truco este.
Al acabar, encontramos montones de gente en las pozas de salida ( y eso que todavía no son las diez y media de la mañana) y decenas de coches aparcados donde hace apenas una hora no había nadie. Además de éstos, el bosque del Betato (¡si Pedro de Arruebo levantara la cabeza!) está tomado por senderistas, beteteros, domingueros y Yongüeins a caballo. Nos cambiamos, nos ponemos ropa seca y nos subimos al balneario de Panticosa con intención de bajar uno de los barrancos más cañeros de la bal. Hace más de 20 años, cuando esto del barranquismo lo hacíamos cuatro con neoprenos de bucear y con arneses de escalada, se nos ocurrió equipar el barranco de Caldarés. Nuestra sorpresa fue grande al ver que, en algunas cascadas, ya había instalaciones en cabecera, probablemente para escalar en hielo. En otras, sin embargo, o no había o habían desaparecido. Así pués, creo que me cabe el honor y el orgullo de ser el "aperturista", junto con Santi, Raúl y Menguele de este barranco. Visto lo visto hoy, tendríamos que haber ido al notario y colocar un peaje arriba pues baja más gente por el barranco que por el camino de acceso que, dicho sea de paso, es el GR11 y acceso a Bachimaña y a su flamante refugio. Al barranco que pretendemos bajar, se accede en apenas media hora desde el refugio de la Casa de Piedra hasta llegar a los llanos de Bozuelo. Se caracteriza por llevar siempre abundante agua, por ir el camino paralelo y ofrecer abundantes escapes en caso de necesidad y/o miedo y/o acojono y, sobre todo, por lo largos rápeles y porque, varios de ellos, van por dentro de la cascada con lo que disfrutas de una buena ducha cerebral.
Aparcamos, subimos a la cabecera y vemos que, todas las pozas accesibles desde el camino, están petadas de gente bañándose o tomando el sol...joder, va a ser esto como bajar a la playa en Salou.
En la cabecera hay como cienes y cienes de niños vocingleros al cuidado de tres o cuatro despreocupados/as adultos que, viendo que los críos se acercan a la cabecera de una cascada de más de 40 m, lo único que hacen es llamarlos sin hacer ademán de moverse. ¡No se preocupe, señora!, le digo ¡Ya le traeremos los trozos cuando lo recojamos abajo! Bueno, pues eso, que el barranco empieza con una cascada tumbada de más de 40 m en la que te duchas de recio hasta llegar a una poza caracterizada por un enorme bloque empotrado que hace las veces de portal ciclópeo y megalítico para otro rápel inmediato pero mucho más corto.
Se suceden los rápeles, sin demasiados problemas, hasta llegar a la cascada más encajada del recorrido. Justo en frente tenemos el camino y tropezientos veraneantes-domingueros haciéndonos fotos, grabándonos en vídeo y nadando debajo nuestro. Y al colocar la cuerda, se nos mete por un pequeño sifón y se nos queda enganchada. Mecagonmiputacalavera. Menos mal que, como barranquistas expertos que somos, llevamos otra cuerda y solventamos el problema en zerocoma.
Quizá el lugar más majo de todo el barranco es el conocido como "salto del pino", con su cascada de más de 30 m y justo al lado de un mirador donde, como no podía ser de otra manera, hay un ciento de veraneantes pendientes de nosotros e intentando grabar como nos despeñamos para luego venderlo a tele 5. Hay varias opciones de bajar. Bien en seco, desde cerca del mirador, o por medio del agua desde un anclaje situado en un pino. Obviamente, nos metemos por el del pino donde disfrutamos de una ducha que ya la querría el 90% de los que habitan aquesta Piel de toro tal día como hoy.
Dos rápeles más nos separan del coche y de la galimba que nos vamos a beber en el refugio al que llegamos a las tres de la tarde. Aparte de cervezas, comemos como marqueses en las mesas de la terraza mientras charramos con los que están allí. Se está nublando. Después de tantísimos días caniculares también tendrá delito que nos llueva precisamente hoy. Así que tras los cafeses cogemos el coche y decidimos hacer la integral de la Escarrilla, esto es la garganta, propiamente dicha y el Costechal. Decidimos que subimos a la cabecera con el coche, dejamos ahí neoprenos, cuerdas y demás, nos quedamos Kankel y yo y luego Pol baja hasta el pueblo, aparca en la salida y se vale de su belleza, simpatía y sexapil para subir en algún coche que lo coja a dedo. Nos quedamos Kankel y yo en la entrada del barranco, en bañador, Pol marcha con el coche...y empieza a llover. Durante un rato cae como si no hubiera caído nunca. Imagínate la escena de dos palomos en el canto de la carretera en gallumbos y/o bañador mientras llueve a chuzos. Pasan los coches y pitan, alguno hace amagos de parar y una churri le hace proposiciones explícitas y deshonestas a Kankel. Al final deja de llover y aparece Pol que, sorprendentemente, a tenido que subir andando. Nos volvemos a calzar el neopreto y nos metemos en el agua todavía cayendo alguna gota. La primera parte, la hacemos muy deprisa. La conocemos de sobra y no tienen nada de especial salvo la monumentalidad de las paredes y los oscuros del puente del Diablo. La garganta de Costechal, continuación lógica del barranco, no la descubrimos hasta que no fue publicada en el libro Senderos de Agua del Alto Gállego. Creo que todos los que bajábamos barrancos en este valle pensamos más de una vez en continuar río abajo pero la presencia de Escarrilla, con toda la mierda que se vertía (y todavía hoy se vierte) en forma de escombros, plásticos y cagadas nos echó para atrás. Y lo cierto es que es un tramo precioso de río, con unos rincones francamente bonitos aunque siguen estando llenos de basura, con una espuma sospechosa y un color del agua...digamos que distinto. Hoy, el rápel largo, lo hacemos por derecha metiéndonos en una especie de cueva francamente curiosa con el agua atronando al lado. De allí, por un pasillo muy estrecho (Sería todo un espectáculo ver al Gállego en deshielo pasar por ese trozo de apenas 1 m. de anchura), salimos a una garganta bastante más amplia donde, poco después, vemos la cuerda fija que nos indica el final y la subida hacia la civilización...o al menos eso creíamos. Resulta que llegamos a cambiarnos en una especie de cagadero de perros que hay al lado del rádar de la DGT y, cuando estábamos quitándonos el neopreno, un energúmeno (seguramente acomplejado por el tamaño de su miembro comparado con el que se intuía bajo nuestros tangas barranquistas) sale a la terraza y nos llama cerdos, sinverguenzas y que si nos creemos que eso es una playapacerestristís. Al principio no le hacemos caso, claro, pero como el indivíduo persevera en su actitud y los insultos empiezan a ser cada vez más graves (incluído mentar a nuestros seres queridos, vivos y muertos), me vuelvo hacia él y tras cagarme en sus putas muelas le digo que como no se calle ahora mismo le metemos una denuncia que se va a cagar y va a tener que vender su apartamentito en la montaña para pagarnos los psicólogos que, sin duda alguna, vamos a necesitar para superar la depresión en la que nos va a hundir...semejante gilipollas...amos no me jodas.
Una vez que el mamón este se retira a su casa, nos terminamos de cambiar e iniciamos el descenso valle abajo para llegar a Biescas cansados y oliendo a rana pero felices pues, pese a mis múltiples achaques, dolencias y reumas, he vivido una jornada barranquista como las que vivíamos hace veinte años, año arriba, año abajo...
Hala pues...


lunes, 6 de agosto de 2012

DOS DÍAS POR ORDESA....CON ALERTA NARANJA POR TORMENTAS

Ya hacía mucho tiempo que Paco había preparado esta salida. Todos los años hace una salida al Piri con un grupo de amigos suyos de Madrid y este año me dijo que si quería acompañarles al Monte Perdido. Nada menos que desde enero tenía hecha la reserva en Góriz. El caso es que la previsión era de bueno tirando a regular el sábado y malííííísima de la muerte para el domingo. Ya que han venido de Madrid, algo habrá que hacer ¿no?. El caso es que, a las seis de la mañana, estamos en la plaza de Biescas Paco, Jacinto, Alfonso, Pepe y yo con más sueño que Dios talento porque se había alargado más de la cuenta la ruta nocturna del viernes. Presentaciones de rigor y marchamos a Torla donde dejamos los coches en el aparcamiento. Subimos una veintena en el autobús que nos deja en la pradera. De allí retrocedemos para coger el camino del circo de Carriata una docena. Sí, ya se que para ir a Góriz no hace falta ir por allí, pero ya que tenemos todo el día por delante, vamos a mostrarles a estos de la capital los encantos de Ordesa. Al principio, mientras subimos por el bosque, hace un calor pegajoso y extraño para la hora que es, que nos hace sudar como gorrinos. Parada en el desvío de la Faja Racón a echar un bocao. El barranquillo que baja por allí y que nunca he visto seco, está agonizando. Continuamos adelantando algún grupo que al principio nos había adelantado como vaquillas y ahora están al borde del colapso a tenor de la congestión que muestran en la jeta.
Como no se cómo se van a comportar mis acompañantes, paso de meterlos en las clavijas y me los llevo por la Fajeta que, además, me parece un paso mucho más majo. Pues sin problemas superan las sencillas trepadas que hay y enseguida nos situamos debajo de la Faja de las flores. Todavía tenemos que subir un rato hasta coger la entrada.
El día, que había salido despejado, se está cubriendo muy deprisa. Enormes cumulonimbos han aparecido como surgidos de la nada en el poco rato que llevamos andando y, a lo lejos, ya descargan agua. La faja, como siempre, es un lugar espectacular...de lo más bonito que se puede hacer en el Piri. Eso sí, para llegar a ella te tienes que comer 1000 m. de desnivel en unas tres horas. Los de la capital del reino no hacen más que tirar fotos a diestro y siniestro y exclamar de admiración a cada paso.
Terminamos el recorrido horizontal de la faja donde ésta hace honor a su nombre con enormes extensiones cubiertas de flor de nieve. Ahora, la mayoría de la gente, se tira hacia Cotatuero. Nosotros vamos a seguir hacia el norte a ver si sabemos coger el camino de Millaris. Entramos en un lapiaz enorme por el que hay que cavilar para encontrar el camino. Estamos rodeados de cuevas, simas, dolinas, uvalas, polges, y acanaladuras. Todas las caras del exokarst. No querría estar yo aquí con niebla...pues niebla de momento no pero agua, ¡toma!, ¡aquí la tienes! Empiezan a caer gotas gordas como puños y frías como Soraya Sáenz. Al momento, se convierten en granizo justo cuando llegamos a una antigua mallata que nos sirve de refugio. Afortunadamente dura pocos minutos pero ahora si que no hay que descuidarse...en cualquier momento nos puede caer la del pulpo.
De la mallata vamos a lo que los mapas llaman Plana Nazario, un antiguo ibón colmatado convertido ahora en un desierto de gravas y arenas. Un resalte donde hay que apoyar las manos, llamado Grau de los gabachos, nos lleva a otro ibón colmatado a la izquierda del collado del Descargador y debajo del pico Anónimo, donde se abre la famosa cueva helada de Casteret. Habíamos valorado la posibilidad de acercarnos hasta la cueva pero visto el orache que tenemos ni nos lo pensamos....nos vamos al refugio. Pasamos el cuello de Millaris y enfilamos la bajada hacia Góriz que se ve allálantizas. Al final, después de siete horas justas de caminata y con la lluvia amenazando pero casi sin mojarnos, arribamos al refugio.
Como en todos los refugios de montaña (y en éste quizá más que en otros), aquí se puede ver lo más florido y granado de la variopinta fauna estival que puebla estas montañas. Escalador friki de manual con su camiseta ajustada, sus mallas paqueteras, sus greñas, su barbita de tres días y su mirada de suficiencia, grupo de chavalotes recién escudillaos en esto del monte que gritan, sueltan risotadas y fuman porros uno de trás de otro, grupo perfectemente organizado de abuelos y abuelas francesas, con jerseis de lana y pantalones pirata, fibraos, de mirada viva y con más montañas en la chepa de las que llevaremos nunca cualquiera de los que ahora presumimos de ser "montañeros", parejitas con tienda de quechua 2 seconds que cuando se la echan a la espalda parece que lleven el escudo ceremonial del rey Chorrapelada IV...el refugio lleva ya un tiempo en obras. Cuando lo amplien veremos todos estos tipos, y bastantes más, triplicados.
Pasamos la tarde charrando con unos y con otros. Con tres abuelos de Getafe que salen cada año a un tresmil desde hace quince años, una chica de Alicante que está haciendo la transpirenaica sola...al final, después de tanto amenazar, se ha quedado una tarde preciosa y completamente despejada. Nos sacamos con la moza esta de Alicante (Merche se llamaba) un té a la calle mientras vemos anochecer y esperamos a que llamen para cenar.
La cena abundante y buenísima a razón de una ensalada ilustrada, lentejas como pa un regimiento y jamburguesa poco hecha con salsa de queso con arroz. De postre mus de yogur. Y poco más va a dar el día de sí...otro té en la calle mientras disfrutamos de las últimas luces con una temperatura ideal. ¿a ver si se han equivocao los de la meteo y mañana tenemos un día cojonudo?
Nos metemos en las literas y yo me duermo en zerocoma. Otros, como Alfonso y Jacinto, no duermen en toda la noche y nos cuentan, a la mañana siguiente, cómo la gente ha ido entrando con cuentagotas y cómo, a las dos de la mañana, se han desatado los elementos atmosféricos en forma de vientos, truenos, rayos y centellas.
Lo cierto es que, al salir al exterior, nos encontramos con la boira preta y cayendo gotas. Gabinete de crisis mientras desayunamos. Al Perdido descartao. Si subes no vas a ver nada y eso no será lo malo. Como nos coja una tronada por allá arriba ya nos podemos dar por jodidos...eso si no graniza, que tiene toda la pinta. Decidido, nos vamos para abajo y según como evolucione la mañana volveremos por la Faja Pelay y, si tenéis ganas, hasta bajaremos andando hasta Torla por Turieto. Lo cierto es que, de todos los que están en el refugio, nadie tira para arriba y casi todos lo hacen para abajo. Nosotros, desayunamos tranquilamente, preparamos las mochilas y empezamos a descender bajo una suave lluvia.
Goriz, senda de los mulos, Cola (casi seca) de caballo...no parece que vaya a caer de forma inminente ¿no?. Hala, por la Faja Pelay que hace muchos días (quizá años) que no voy y así os la enseño. Recorrido sencillo, sin problemas y sin pérdida. No acaba de despejarse, nos llueve a ratos pero eso sí, las nubes jugando con las paredes del cañón, nos dan oportunidad de hacer fotos buenas hasta a los malos fotógrafos como yo.
Bajada por la senda de los cazadores, en la que nos encontramos gente por primera vez en toda la mañana, y llegamos al párking otra vez lloviendo. Pasamos de lo de Turieto. Cogemos el autobús y nos vamos a Broto a comer que, aunque no hayamos subido al Perdido, nos lo hemos ganado igual.
Nos despedimos de los de la capital y nos vamos a nuestros respectivos pueblos justo para llegar y ver como se desata, por fín, la tormenta anunciada. 35 l. en media hora en Biescas. Si esto llega a ser Salou ya estaríamos inundaos.
El track de los dos días aquí, aunque, como podéis ver, cuando fuimos por la Faja Pelay nos despeñamos varias veces...o eso o Marruecos ha vuelto a invadir Perejil y los yanquis han movido los satélites en previsión de una nueva confrontación mundial o, lo más probable, las paredes cercanas inhiben la señal de los satélites y estos chismes van a ciegas en sitios como éste.
Hala pues...

viernes, 3 de agosto de 2012

BARRANCO D'OS LUCARS, UNA TARDE DE AGOSTO

No me negaréis, queridos y queridas amiguitas, que vivo en una zona privilegiada. A cinco minutos escasos de casa tengo este barranquillo que, aunque no es de bery best barranquinkg in de world es una forma muy digna y una excusa cojonuda para estar fresco una tarde de agosto como las que estamos soportando. Ayer, con trentaimuchos grados y una vez constatado por la mañana que bajaba agua clarita y fresquita, nos fuimos con Chué, Rubén y Paco a bajarlo. Rubén, con 14 años, ya ha bajado algún barranquillo de éstos y Paco a sus cincuentaymuchos no había bajado nunca ninguno. Ni tan siquiera había rapelado nunca. Hoy va a ser el día aunque esa cascada de 30 m. igual no es el lugar idóneo para desprecintarte en estos menesteres. Claro que, el barranco en el que se desvirgó Pol fue el Mascún y a otro colega lo llevamos, como barranco de iniciación, al Bitet...este, ahora que lo recuerdo....no ha vuelto nunca más...¡qué raro....! Bueno, la cosa es que, además, hemos aprovechado para conocer el camino que han limpiado unos abuelos de Orós y que te permite subir a la cabecera en poco menos de 30 min, bastante más cómodo y bonito que el otro que sale en las guías y sin necesidad de ir con dos coches. El track, del camino de Albarún aquí.
Una vez en la represa que marca el inicio del barranco, nos cambiamos y padentro. Parece mentira que no haya nadie. Hablando con gente del pueblo me dicen que ha habido días de más de 50 personas...mismamente como el Gorgol o la Peonera. Hombre, el barranco es majo, tiene buen acceso y se hace rápido...tanto que a todo el mundo se le hace corto. Ayer, después de nociones básicas de rápel, Rubén y Paco bajaron sin problemas aunque los aseguraba yo. Los dos primeros saltos sin problemas, igual que el de la cascada grande aunque para alguien que no se ha colgao nunca de una cuerda debe acojonar ver 30 m. de vacío a tus pies con el agua salpicándote. Desde la marmita que hay en medio vemos abundantes turistas-bañistas abajo. En un plis-plas estamos con ellos (bueno, con ellas) charrando y contando tonterías y en poco menos de diez min en el coche.
Al final, entre bajar, tragos (qué bien entra la cerveza, por Dios) y demás, tarde pasada...llegamos justo cuando salen las jefas de la piscina...vamos a tomar la fresca un rato con ellas.
Hala pues...