martes, 16 de diciembre de 2014

OROEL, CARA NORTE

Sábado sabadete 6 de diciembre, día de la Prostituida prostitución inmaculada y único día del puente
que pinta medio bueno para hacer algo... pero solo por el sur. El marrón lleva días enganchado en las cotas altas limitándonos notablemente el terreno de juego.
Hace días que quería hacer esta vía directa a Oroel pero no me atrevía a hacerla sin el apoyo, consejo y experiencia de alguien que la hubiera subido ya, que yo en esto de embarcarme tengo varios cursos y un master.
Al final vamos a ir J.C y Silvia (que ya la conocen), Lolo y Ale (que también) y Pol, Kankel y yo que, pese a la proximidad geográfica, no habíamos catado esa roca de conglomerado.
Sin madrugar, quedamos en Villa Lindano y nos acercamos hasta el parador de Oroel. 11 de la mañana y parece Puerto Venecia el día 5 de enero... es imposible aparcar y cientos de personas pululan por allí como pollos sin cabeza.
Preparamos las cuerdas, cascos y demás atalajes ante la atenta mirada de unos y otros que se preguntan que a donde coño vamos con tanto preparo e iniciamos el camino de Oroel en romería.
Afortunadamente, en pocos metros nos desviamos a nuestra derecha y, a partir de aquí, no vamos a ver más que a nuestros compañeros y los buitres que nos sobrevuelan durante un par de horas.
La senda se desvía de la normal y va a buscar las paredes que defienden la cruz yéndose cada vez
más a la derecha. Sube a piñón durante un rato y, en general, no es muy complicado seguirla hasta que te deja en un primer escalón de roca donde hay que trepar.
Un diedro sin dificultad, si quitamos el hielo que hoy ameniza la marcha, nos deja en el llamado "Jardín colgante", una estrecha y emboscada faja que recorre toda la pared de la montaña en horizontal durante muchos metros. Sin duda, es un recorrido sorprendente, audaz y precioso.
La faja termina en otro lugar sorprendente. Una pared tumbada, sin apenas vegetación si exceptuamos algún pino torturado por el viento.
Por allí hay que subir sin asegurar y sin dificultad aunque el patio del que gozamos hace que midamos nuestros pasos... no es para ir acojonao, pero un resbalón, una piedra que se suelte o cualquier otro imponderable hará que acabemos pinchaos en el pararrayos del parador 600 m. más abajo.
Una cosa nos llamó la atención. Como cabe esperar en un monte tan simbólico y evocador, habrá mucha gente que querrá que, una vez en compañía de Elvis, sus cenizas se esparzan por esas laderas.
Pues muy bien, oye, nada que objetar... lo único que, los que estáis pensando hacer eso,  digáis a vuestros deudos que la urna se la lleven pa casa y que se hagan un jarrón y que no la tiren ladera abajo como es el caso, que lo que viene a ser una cosa íntima y bonita, deviene en una marranada sin fundamento ni justificación.
Comentando estas divertidas anécdotas y algún más que no viene al caso, nos colocamos justo debajo de la cruz donde disfrutamos del frescor salvaje del Pirineo, en forma de viento, frío de cojones y presencia de hielo lo que nos hace acelerar las trepadas y suspirar por esos rayos de sol que se ven metro más arriba.
Otra trepada protegida por clavos y algún parabolt nos deja en la mismísima cruz donde nos volvemos a juntar con cientos de personas que han subido por el camino de las personas y no por el de las cabras y los difuntos como es el caso.
Recogemos bártulos y bajamos a comer protegidos por las matas de bucho y disfrutando del sol que no habíamos tenido en las tres horas que llevamos danzando por aquí.
La bajada, para disfrutar nuevamente de la soledad en esa montaña masificada, la hacemos por la senda de los lobos, alternativa más que interesante si no quieres ir oliendo los pedos del de delante o pisando perros lamechochos.
Pues ya está. Solos, como hemos subido, hemos bajado.
Llegamos a la carretera y nos queda a un km al parador donde nos espera una galimba hermosa para calentar el cuerpo y un rato de conversación mientras miramos de reojo por dónde hemos subido y que, desde aquí, se nos antoja imposible.
Si queréis el track de un recorrido recomendable 100% aquí está.

4 comentarios:

Mariano Antonio Javierre Lacasta dijo...

Ese jodido diedro cuando no tiene hielo está húmedo, serán las jodidas peculiaridades de una cara norte.
Otra cosa, ¿cuándo subís a San Benito? ¡A ver si va a ser este sábado y nos empalmamos!
¡Que vaya bueno!

J. M. N. dijo...

Es lo que tienen las caras norte, Mariano, que son frías y húmedas.
A San Benito subimos el domingo. Por supuesto estáis invitados al pateo y a la comida posterior.
Salud!

Mariano Antonio Javierre Lacasta dijo...

Me lo temía, nos espera Santa Orosia.
Gracias de todas formas.
¡Que tengamos un buen día!

David Naval dijo...

Bonita ascensión, si señor.
Pues esa la tengo también en mi lista de "pendientes pero con dudas". ¿La trepada final subisteis asegurados?
Lo de arrojar las cenizas sabía que es relativamente frecuente en Oroel pero eso de lanzar también la urna me parece un poco fuerte.
Salud y hasta el domingo.